Crisis de Desnutrición Infantil en Sudán: Una Emergencia Silenciosa

Tres organismos de las Naciones Unidas han emitido una advertencia alarmante: la crisis de desnutrición en Sudán está alcanzando niveles catastróficos. UNICEF, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han expresado su profunda preocupación por la situación nutricional de los niños, niñas y madres en este país devastado por la guerra. La falta de acceso a alimentos, agua potable y atención médica está llevando a una generación entera al borde de la desnutrición, la enfermedad y la muerte.

Una Crisis que se Agrava

El conflicto armado, que ya lleva un año, ha exacerbado las condiciones que contribuyen a la desnutrición infantil en Sudán. Según el informe de la OMS, las hostilidades han interrumpido gravemente la distribución de ayuda humanitaria, dejando a millones de personas sin acceso a los suministros esenciales. La situación es especialmente crítica en regiones como Darfur Central, donde la desnutrición aguda afecta al 15,6% de los niños menores de cinco años, y en el campamento de ZamZam, donde esta cifra se acerca al 30%. Estos niveles de desnutrición aguda son potencialmente mortales, ya que los niños afectados tienen hasta 11 veces más probabilidades de morir que aquellos con una alimentación adecuada.

La Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, subrayó el impacto devastador que la desnutrición tiene en el desarrollo infantil. “Cuando los niños sufren desnutrición grave, su desarrollo físico y cognitivo se ve comprometido, y esto puede dejar secuelas de por vida”, afirmó. Russell también hizo un llamado urgente a las partes en conflicto para que permitan el acceso humanitario y protejan a los niños sudaneses, enfatizando que lo que más necesitan es paz.

Impacto en las Madres y la Próxima Generación

La crisis afecta de manera desproporcionada a las mujeres embarazadas y lactantes, muchas de las cuales están sacrificando sus propias necesidades para alimentar a sus hijos. Un cribado reciente realizado por Médicos Sin Fronteras en el campamento de ZamZam reveló que más del 33% de estas mujeres están desnutridas. Esta situación no solo pone en peligro su salud, sino también la de la próxima generación, ya que hasta el 30% de la desnutrición infantil comienza en el útero.

Cindy McCain, Directora Ejecutiva del PMA, advirtió sobre el riesgo inminente de hambruna en Sudán y destacó la necesidad de un acceso humanitario seguro e inmediato. “La guerra ha despojado a las madres y los niños de todo lo que necesitan para sobrevivir. Sin ayuda, esta crisis puede convertirse en la mayor emergencia por hambre del mundo”, declaró McCain, instando a la comunidad internacional a actuar antes de que sea demasiado tarde.

Desafíos en el Terreno y Llamado a la Acción

El informe también señala las dificultades para acceder a las zonas más afectadas por el conflicto, lo que impide obtener datos completos sobre la magnitud de la crisis. Sin embargo, los indicios sugieren que la situación es extremadamente grave y que podría empeorar aún más con la llegada de la temporada de lluvias y la época de escasez de alimentos. El Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, destacó que la desnutrición infantil no es solo una crisis momentánea, sino un problema que puede tener consecuencias de por vida. “El reloj sigue en marcha y las madres y los niños de Sudán están cada vez más cerca de la hambruna”, advirtió, instando a la comunidad internacional a brindar el respaldo necesario para salvar vidas.

Perspectivas Futuras

Los próximos meses serán cruciales para Sudán. Con la llegada de la temporada de lluvias, muchas comunidades quedarán aisladas, y las tasas de enfermedades podrían dispararse. Además, la escasez de alimentos se intensificará, agravando aún más la situación nutricional. Los organismos de la ONU están pidiendo un acceso inmediato y sin trabas a las comunidades más afectadas y un alto el fuego en todo el país para permitir la entrega de ayuda humanitaria. También hacen un llamado a los donantes para que aumenten su apoyo financiero, ya que la oportunidad de evitar un desastre humanitario se está agotando rápidamente.